Tratamientos para pulgas

Como, en definitiva, se trata de una enfermedad alérgica, el tratamiento se basa en la eliminación de las pulgas que deñen el perro y los animales con los que aquel está en contacto (en especial el gato, que suele ser portador) así como el medio en que viven unos y otros.

Esa destrucción es extremadamente delicada ya que las pulgas están poco tiempo en los animales y son muy resistentes en el entorno. En algunos países existen empresas especializadas en la destrucción de tales insectos en las viviendas.


Si las lesiones no se tratan adecuadamente, evolucionarán durante meses con el engrosamiento y endurecimiento de los tejidos de la piel de las zonas afectadas.


Tratamientos para pulgas en los perros


Por lo general, los síntomas remiten espontáneamente en invierno y reaparecen, más graves, al año siguiente. Pueden controlarse empleando sustancias antiinflamatorias que se administran únicamente por vía bucal.

Sobre todo es muy importante prevenir las recaídas que se producirán indefectiblemente cada vez que el perro coja pulgas. Para lo cual se han de utilizar todos los medios posibles, sobre todo durante la estación propicia para las pulgas.

Los champús antiparásitos no tienen ningún efecto, los collares anti pulgas sólo les sirven a los perros pequeños o de pelo raso. Los polvos, lociones y aerosoles insecticidas son desde luego las medidas más eficaces.