Verificación y vacunación en el cachorro

La verificación no presenta peligros en la actualidad, gracias a los antiparásitos modernos. Puede aplicarse desde la edad de tres semanas pues no hay que olvidar que el cachorro, aunque no haya salido nunca, puede ser portador de parásitos que su madre le haya transmitido durante la gestación.


En cuanto a la vacunación, debe tomar el relevo de los anticuerpos maternos que desaparecen al cabo de la octava semana. Así pues, transcurrido ese período habrá que proceder a la vacunación contra la enfermedad de Carré, la hepatitis de Rubarth y la parvo virosis.


Verificación y vacunación en el cachorro recién nacido


En los lugares que presentan riesgos (establecimientos de cría con numerosos efectivos, por ejemplo) se puede vacunar antes a condición de multiplicar las precauciones. Si las condiciones de vida son mejores se puede esperar perfectamente hasta los dos meses para hacer la primera vacunación.






Los dos primeros meses de la vida del cachorro condicionan realmente su futuro: por eso es tan importante cuidarlo en ese periodo durante el cual se efectúan las intervenciones de «conveniencia» (como la cordectomía o amputación de la cola en las razas cuyo estándar lo exige, y el tatuaje).

El esqueleto del perro

El esqueleto desempeña en el perro, igual que en todos los demás vertebrados, una función de armazón que asegura el indispensable sostén del cuerpo, protege el sistema nervioso y sirve de soporte de la musculatura.


El esqueleto del perro se compone de dos partes principales: el esqueleto de los miembros y el axial.


Las patas traseras y delanteras reúnen 92 huesos del cuerpo. Por su parte, el esqueleto axial comprende el espinazo (50 huesos), el cráneo y el hueso hioides (50 huesos), las costillas y el esternón (34 huesos). Por último, el macho tiene un hueso más, el peniano.


Según la forma que tienen, los huesos se dividen en huesos largos y huesos cortos, sesamoideos, huesos planos y huesos irregulares. Los huesos largos, cortos y sesamoides son los de los cuartos mientras que los huesos planos e irregulares componen el esqueleto axial.







Como esta formado el esqueleto del perro


EL CRÁNEO


El cráneo es la parte más compleja del esqueleto. Alberga el cerebro, los órganos de los sentidos y la glándula endocrina más importante, la hipófisis; a su altura se encuentran las uniones con los dientes, la lengua, la laringe, y muchos músculos, vasos y nervios.


El cráneo se divide en dos partes: una corresponde a la región facial y palatina; la otra a la cavidad craneana. A ellas se añaden otras dos formaciones, la mandíbula inferior y el hueso hioides, es decir, el hueso de la base de la lengua.


LA COLUMNA VERTEBRAL


La del perro se compone de 7 vértebras cervicales, 13 vértebras torácicas, 7 vértebras lumbares, 3 vértebras sacras y de 6 a 20 vértebras cocxígeas. A las 13 vértebras torácicas se articulan 13 pares de costillas, la última de las cuales se llama flotante porque queda libre en el tejido muscular. El esternón está formado por ocho segmentos óseos sobre los que se ar¬ticulan los 9 primeros pares de costillas.



LOS CUARTOS DELANTEROS


Comprenden el hombro, constituido a su vez por el omoplato y la clavícula (rudimentaria en la especie canina), el brazo, formado únicamente por el húmero, el brazuelo, compuesto por el cubito y el radio (a menudo llamado ulna) que se articulan con el húmero por el codo, y, por último, la mano, que está formada por el carpo, metacarpo y las falanges.


LOS CUARTOS TRASEROS


Cada cuarto trasero empieza por una henipelvis constituida por 4 huesos soldados entre sí: el ilion, el isquion, el pubis y el acetábulo.


El muslo está formado por el fémur que se articula a la altura de la rodilla con la tibia y el peroné (también llamado fíbula) que forman la pierna. La rodilla comprende, además, la rótula y tres huesos sesamoideos (fabellae).



La pierna, terminada en el tobillo, se prolonga en el pie, el cual se compone de tarso, metatarso y falanges.

Alergia a las pulgas

Aunque la picadura de pulga pueda parecer tonta e inofensiva, suele ser la causa más frecuente de enfermedades de la piel adquiridas. Esas alergias repetitivas sólo se pueden evitar con insecticidas.



Muchos propietarios constatan cada año la aparición en sus animales de lesiones que califican de eccema. En realidad, esta dermatitis es consecuencia de una alergia a la picadura de pulga.


Esta enfermedad se ha estudiado experimentalmente, y se ha podido demostrar que la saliva de las pulgas contiene sustancias capaces de combinarse con determinados componentes de la piel y formar antígenos. Entonces se desencadena un verdadero proceso alérgico cuyas consecuencias son espectaculares y mucho más graves de lo que pueda serlo la simple presencia transitoria de algunas pulgas. Esta afección es tanto más preocupante si se tiene en cuenta que no todos los perros tienen la misma propensión a contraerla pero sí todos albergan parásitos en uno u otro momento del año.


Alergia a las pulgas en los perros


La aparición estacional de esta afección es muy clara. En efecto, el período de actividad de las pulgas comienza a finales de la primavera y termina en otoño. En todo caso, si los parásitos han podido instalarse en el domicilio de los animales, éstos pueden sufrir el trastorno durante todo el año.






En teoría, basta una sola pulga para que se desencadene el proceso alérgico. El parásito más frecuentemente causante es la pulga del gato. Puede ocurrir que en la vivienda sólo haya un perro con alergia mientras que los demás perros y los gatos (estos últimos son mucho menos sensibles a los parásitos) están aparentemente sanos. Algunas razas, en especial los pastores alemanes, los setters, los terriers y los dálmatas, parece que tengan propensión a la dermatitis. Pero todas las razas pueden verse afectadas puesto que se trata de una sensibilidad individual.



La aparición de los primeros trastornos se produce entre el primer y tercer año, muy raramente antes. Pero los dueños no se dan cuenta y .sólo se inquietan cuando los síntomas resultan preocupantes hacia los cuatro o cinco años de edad.